viernes, 3 de septiembre de 2010

Segundo día de clase

Ya sé que debía haber escrito esto ayer, pero estaba demasiado cansado como para ponerme a pensar qué escribir por aquí. Bueno, lo primero es que nos han "timado", ya que vinimos pensando que apenas íbamos a tener clase, sólo el proyecto, y resulta que tenemos clase de lunes a jueves de 8:30 a 15:15; y lo segundo es que ayer me equivoqué, dos de mis compañeros no son alemanes, son holandeses.

Vamos con el día de ayer. Se hizo un poco pesado desde el principio, ya que entrábamos a las 9:30 y se tarda andando a un ritmo normal unos 40 minutos. Para colmo me quedé dormido y me desperté a las 8:35 o así, con lo que nos tocó andar algo más deprisa y llegamos agotados, pero el caso es que llegamos a tiempo. Resultó que lo que teníamos a las 9:30 era una charla de 15 minutos sobre algo que venía explicado claramente en los papeles que nos dieron el primer día, con lo que nos tocaba hacer tiempo hasta las 13:30 que teníamos la siguiente clase, y fuimos a que nos firmaran unos papeles.

Llegó la siguiente clase, la de las 13:30, y fue una charla para estudiantes internacionales. Nos hablaron acerca del país, de las actividades de la universidad, de los supermercados, de alojamiento, etc. Pero lo realmente impresionante es que me fui enterando de algo de lo que decían, todavía estoy sorprendido por ello.

A las 15:00 habíamos quedado con el supervisor del proyecto para hablar con él y enterarnos un poco de lo que iba el proyecto, así que fuimos a buscarlo a su despacho. "Estuvimos" hablando sobre ello, yo cogía algo de vez en cuando, aunque por lo general no mucho. Los holandeses se enteraban de todo, se manejan muy bien con el inglés, y al parecer ya habían hecho algún proyecto similar anteriormente. El profesor se dio cuenta de que a mi compañero y a mí nos costaba enterarnos de lo que decía (sobre todo a mí, que estaba empanadísimo), y nos dijo que no nos preocupáramos, que ya iríamos soltándonos, y que si tenía que hablar más despacio o repetir algo, que lo haría, pero que lo importante era que nos enterásemos.

Creo que hemos tenido bastante suerte al habernos tocado este profesor como supervisor, ya que a otros les han dicho casi que se busquen la vida, que si tienen algún problema se lo hagan saber por correo electrónico. Sin embargo, el nuestro, según nos dijo, va a estar casi como uno más, ayudando en todo lo que pueda, y que teníamos que divertirnos y disfrutar, que si eso no ocurría era porque algo iba mal. Incluso llegó a comentar algo de hacernos una especie de entrevista individualmente para ver qué nos gusta y qué nos disgusta. Vamos, que el tío muy majo y enrollado, así que esto pinta bastante bien.

Al final, como era de esperar, no nos enteramos de gran cosa, pero con el tiempo esto irá mejorando, o eso espero. Ya sólo quedaba volver a casa y descansar, después de un día movido y, sobre todo, estresante.

2 comentarios:

  1. Si es que tú querías ir a tocarte el pito al extrangero. Hacen muy bien esos noruegos en ponerte a trabajar. El tercer día llevarán a arrancar y te darán el arpón para los salmones.

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  2. Si, extrangero con G. Podría borrarlo pero seguro que te llegan al correo los comentarios y te ríes igual de mí, así es que me ahorro el esfuerzo.

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